En cinco segundos de la canción, pueden sentir ritmos electrónicos, folclóricos, de reguetón y la fusión de idiomas, ya que todo está, pero cuidadosamente estructurado. La puesta en escena es un buen momento para brincar y contagiar al público de energía.
Dentro de los líderes de la banda y hermano de Joselito, Luis Picuasi, considera que la propuesta es que en escena sea un show actual y se complace al contar que en poco tiempo han llegado al mercado europeo, pero también a Estados Unidos y que su meta es expandir el género a más países, para popularizar el género y la tradición ecuatoriana.
En escena, la única joven que está en el grupo viste con anaco, que es una larga falda azul marino o negro, una blusa con flores bordadas a la altura del pecho y una faja en la cintura. Aunque historiadores le atribuyen la vestimenta a un estilo colonial, impuesto por los españoles a los indígenas, ellas les agregaron simbología andina como las flores y el colorido.
Aunque los hermanos Picuasi visten atuendos occidentales, lucen una larga cabellera y, a veces, se trenzan el cabello, lo que tambiénes parte de sus raíces y de sentirse miembros del pueblo de Otavalo.
El sincretismo de los ritmos ancestrales con los actuales también es evidencia de que las culturas se fusionan para cambiar irreversiblemente.
Los jóvenes trabajan en pro de la cultura, para mantener vivas las raíces ancestrales y el idioma quichua, pero también para divertir a su público y hacer propuestas innovadoras que cambien paradigmas y permitan adaptarse a los tiempos.
Creditos: eltiempo
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